Jugando a : "Dungeons of Dredmor" (día 2)

La segunda parte de mi experiencia con este juego que se está vendiendo tan bien por Steam y del que se oyen maravillas.

Después de unos inicios algo embarazosos,  he vuelto a la carga con pies de plomo y esta vez la sensación es totalmente diferente.

Aunque el aspecto sea de un roguelike, en realidad es un juego por turnos, mucho más estratégico. Ahí reside la clave para entender el juego.

Al final del post, explicaré los detalles para el que siga con la duda.

Vamos allá.




Empiezo una nueva partida. Nada de chiquilladas, nivel normal y Permadeath para ir con el 'miedo en el cuerpo'

Luego me pide las habilidades, hasta un total de 7.

Éste es el punto más importante de todos ya que estas habilidades serán las que condicionen enormemente la partida.

Hay muchas que tienen nombre extraños o que simplemente no explican con claridad lo que hacen. Algunas descripciones son muy hilarantes, por lo que al final la experiencia (y las muertes) será la que nos ayude a perfeccionar a nuestro héroe.

Por último, el nombre. Un nombre potente seguro que ayuda a la causa...

'Machacón'. Vale, no es un nombre muy bonito pero tiene que funcionar a la fuerza, además es mejor no cogerle demasiado cariño al personaje porque ya sabemos de antemano su final...

Empezamos la partida. Con mucho cuidado y con la mentalidad de un juego por turnos. A veces más vale dejar pasar los turnos para recuperar maná o dejar que los enemigos se coloquen como queremos.

Al poco, encuentro un yunque mágico.

Al colocar la espada en él, me la mejora levemente y ya no puedo volver a utilizarlo. Bueno, ya es algo.

Gracias al hechizo de fuego, consigo ir avanzando y recogiendo un buen puñado de items y monedas. Al final me encuentro con una tienda, de esas típicas que hay en todas las mazmorras.

Esa flecha roja impide ver al tendero, pero en un cerdo con una camisa a cuadros modelo 'Footlocker'. Todo en la tienda es carísimo, por lo que dudo que pueda llegar a comprar algo a corto plazo. Maldito cerdo carero...

El dungeon está lleno de objetos, cada uno más ocurrente que el anterior. Por ejemplo esta jarra de Grog, con su descripción y todo.

No nos convierte en pirata pero ayuda a que nos suba el maná más rápidamente.

El juego tiene un humor muy característico que algunos comparan con el mismísimo Terry Pratchett por lo hilarante de las descripciones.

Después de ir recorriendo los pasillos con sumo cuidado, me encuentro con un par de portales.

Hay que ir con cuidado porque lo mismo nos lleva a un lugar seguro que nos mete en medio de un buen 'fregao'. Decido arriesgarme.

Ha habido suerte, y además me deja delante de unas escaleras que me llevan al nivel inferior. Aún es pronto pero decido probar fortuna. Con el nombre que he elegido, no puede pasarme nada...

Bah, solo hay un bichejo. Intento matarlo pero lo único que consigo es salir vivo por los pelos. Así que me doy la vuelta y vuelta arriba a subir aunque sea un par de niveles.

Ahora con algunos niveles más la cosa es algo más sencilla, además aprovecho para acabar alguna quest.

Todo va de perlas ahora. Ya me he hecho con las habilidades y sé que para la próxima cambiaré un par que no utilizo.

Además el complicado sistema de crafting, en realidad no lo es tanto. En cuanto consigamos el mini laboratorio, el mini yunque, etc, en la lista de construcciones nos saldrán marcados los ingredientes que llevamos encima.

Ya le he perdido el miedo a este Dredmor.

Ahora solo queda buscar unas escaleras para bajar de nivel y listo.

Por el camino me encuentro una puerta que no había abierto todavía. Así que le pego una patada... que puede pasar?

Pues esto.

Una marabunta de monstruos alados que mientras me insultan con un 'Tu madre era un rábano (?¿?)' me destripan sin miramiento. 

Lo mismo huyendo hubiera tenido alguna posibilidad pero dudé demasiado.


Después de esta partida he jugado unas cuantas más, he bajado varios pisos y creo que ya puedo opinar con cierta credibilidad.


Conclusión.

• Es un juego por turnos, ya que insisto en ello pero es la clave para que lo disfrutemos como se merece y no busquemos en el juego algo que no hay.
• Humor, a veces algo extraño pero que seguro que acabamos sonriendo en más de una ocasión.
• Permadeath. Aún no lo he desactivado nunca. La sensación de miedo por morir es impagable y aunque a veces acaba uno desmoralizado, al día siguiente vuelves a tener ganas de intentarlo rectificando lo que hiciste mal.
• No es un juego fácil. Algunas veces nos sorprenderán con emboscadas que no vienen a cuento o al beber depende que cosa lo mismo nos curará o nos envenenará. 
• Me doy cuenta de la de cosas que probablemente me queden por ver porque siempre van saliendo nuevos detalles piso por piso.

Si te gustan los juegos por turnos (aunque esté disimulado, lo es), los toques roleros (inventarios, habilidades, exp...), el aspecto retro y el humor de la vieja escuela, no lo dudes, Dungeons of Dredmor es tu juego.

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