Análisis a destiempo: Mirror's Edge (by Zervio)

Esta vez toca uno de los buenos. Es un jueguecito, sin nada demasiado complicado en general y, sin embargo, no se ni por donde empezar.

Vamos a hablar de Mirror's Edge.

Vamos a intentarlo, después del salto.

La historia

La trama del juego transcurre en una realidad alternativa distópica donde los gobiernos controlan todos los aspectos de la sociedad (según se deduce) hasta el punto de la esclavitud en cuanto a la perdida total de intimidad y de libertad de comunicación con el pretexto de la seguridad y de la creación de una sociedad supuestamente idílica donde todo el mundo es feliz pero sin libertades.

Dentro de esta realidad existen unos pocos disidentes que conspiran en contra del stablishment y buscan (se supone) reconstruir la sociedad para hacerla mas libre.

En este contexto nos encontramos a los runners (¡originalidad!). Unas personas que disponen de un sexto sentido y que son capaces de percibir el llamado “flujo” de las cosas y que utilizan su habilidad física para realizar una labor de mensajería entre aquellos disidentes de la sociedad. Todo ello con una clara estética yamakasi.

Y es que a estos carteros tan molones les va mucho el rollito ese de andar por el filo de las azoteas de los rascacielos. Donde siempre hay algún lugar donde perciben el flujo y lo utilizan para realizar los saltos y las piruetas mas temerarias. 

Blanco Nuclear

Para mi, Mirror's Edge, significa diversión y entretenimiento. Una percepción distinta del movimiento. Una forma diferente de ir del punto A al punto B.

Es uno de esos juegos bellos por el entorno que plantea. Los paisajes y skylines de la ciudad quieren simbolizar esa libertad ansiada por aquellos inconformistas que luchan por destruir los dictadores que les controlan sus vidas.

El resto de personas allí abajo viven rodeados de cemento y de medidas de vigilancia mientras que en lo alto de los rascacielos un tipo distinto de gente vive al margen del control de las autoridades.

En ocasiones se vuelve frenético. Sobretodo durante las persecuciones.

También el factor vértigo es importante. Nunca fue tan placentero caminar por el filo (balconing aparte he he...)

Otra cosa que me llamó la atención fue que a pesar de todo no se trata de un juego violento. Es decir... hay tiros y persecuciones, cierto. Pero no es el objetivo del juego plantearse como un shooter. De hecho, si eres lo suficientemente hábil, es posible pasarte el juego sin disparar a nadie. Luego se convierte en un reto ninja.

El argumento es envolvente. Con algún que otro giro que da mucho salero. No se trata de un ves aquí, ves allá... Existe un objetivo. Y entretanto se alternan algunos videos introductorios.

Esas cinemáticas de dibujos me enamoraron a la primera. En este caso considero un gran acierto ese tipo de videos dibujados porque sale de la norma. A este juego le pega mucho. Estética y arte van cogidos de la mano. 

Blanco nuclear. Ese es el color predominante de todo. De esta forma el flujo rojo (joder que mal queda eso...) destaca como un seno de Miley Cyrus. Así que es imposible que no veas hacia donde tienes que dirigirte para realizar el siguiente salto. Creo que esto genera un estado de acción mucho superior del generado en un tiroteo. Siempre corriendo, siempre saltando de azotea a azotea, siempre buscando el flujo, siempre admirando el escenario... en definitiva: Disfrutando.

Y para muestra el videoclip del tema principal del juego. Un tema de Lisa Miskovsky. Genial.

PD. A todo esto, si os fijáis, el mundo planteado en Mirror's Edge no es muy distinto de lo que muestran los wikileaks o el caso Snowden... porque en realidad... eh... ¿Que pasa? ¿Y tú quién eres?...¡¿Qué coño haces?! ¡Deja eso!

 [CENSURADO]

4/5