INESCAPABLE. Con sabor a clásico.

Rondando por la página Not on Steam, lugar donde encontrar juegos que no han sido publicados en la plataforma de Valve (hasta donde estamos llegando...), dí de bruces con un juego de esos que entran por los ojos de forma irremediable.

Esos colores apagados, esos gráficos que homenajean a los 16 bits y esa vista lateral que recuerda poderosamente al juego de Blizzard, Black Thorne.  Se trata de INESCAPABLE.

El juego no sólo bebe de lo mejor del género sino que además es obra de una sola persona, cosa que siempre me despierta un extra de interés, Matt Fielding. Amante de sistemas clásicos y como no, de Atari ST y Amiga, ordenadores que sin duda salpican la esencia de su juego.

Interesante tíyulo que os descubro con más detalle, tras el salto.

Fijaos en la posición del sprite de cabecera y decidme que no os viene a la cabeza el Flashback de Delphine. Un vistazo a los escenarios pedregosos y otro juego en mente, el citado Black Thorne de Blizzard. Detalles al destruir algunos enemigos y un puñado de efectos sonoros muy familiares, GODS de Bitmap Brothers... Es imposible obviar la cantidad de influencias de INESCAPABLE que las recoge todas para crear una nueva historia con tintes que nos resultan familiares.

 La aventura empieza a bordo de una nave que sufre un accidente y nos obliga a coger una cápsula de salvamento, acabando perdidos en medio de un páramo recóndito. Perdidos con lo puesto y sin un triste arma con la que defendernos.

El componente de exploración está muy marcado y junto a los puzzles, nos hará pasar gran parte del juego recorriendo los escenarios en busca de ese lugar al que antes no podíamos acceder. Vamos, lo que se conoce como un Metroidvania. Eso sí, no tenemos mapa con el que ubicarnos, cosa que dificulta la exploración pero que no resulta ser un imprescindible para avanzar.

La cosa se complica más adelante cuando nos empezamos a encontrar enemigos cada vez más duros, saltos más ajustado y puzzles que provocarán que muramos ahogados o con las piernas rotas. Vamos a morir, muchas veces, pero es un alivio el poder guardar la partida o empezar desde el último autosave situado tras cada cambio de pantalla. Aunque a priori puede parecer una ventaja, os aseguro que es muy muy de agradecer,

Diálogos con nuestra IA personal, correos electrónicos desperdigados por los complejos futuristas, extraños textos grabados en piedra e incluso charlas con otros humanos supervivientes. No estaremos solos y habrá que leer escuetos textos en inglés que no suponen ningún problema para poder avanzar.

No puedo evitarlo, siento debilidad por este tipo de juegos pero hay que ser justos y debo decir que se echa en falta un poco más de variedad de enemigos. Irán cambiado de color en la mayoría de ocasiones, siendo cada vez más duros o con más habilidades pero sería de agradecer encontrar más modelos distintos. Además se irán regenerando cada vez que volvamos a la misma habitación. Por una parte se agradece ya que conseguiremos subir nuestros escudos al matarlos pero en ocasiones preferiría un poco más de aletoriedad. Volviendo una vez más a Black Thorne, ocurría exactamente lo mismo, orcos de diferentes colores y resistencias y poco más.

Vale, si me pongo a pensar es una constante en el género pero por pedir que no quede.

Eso si, los combates son sencillos pero el control está perfectamente ajustado y resulta ser un aspecto divertido y fácil de dominar.

Gráficamente es una pequeña joya. Los sprites son geniales y los escenarios aunque un poco repetitivos, consiguen crear esa atmósfera tan especial que personalmente me encanta.

No se si se puede apreciar a primera vista pero el juego viene por defecto con un filtro CRT que intenta emular el efecto de los viejos televisores de tubo. El efecto nostálgico emborrona un poco la imagen dándole un aspecto añejo pero recomiendo desactivarlo para disfrutar de los diseños sin edulcorantes.

Antes de acabar quería mencionar el apartado sonoro que aunque carece de banda sonora, está muy bien escogida. Sonidos ambiente y un puñado de efectos de sonido, muchos de ellos parecen sacados de GODS de Amiga o al menos ese es el juego que me viene a la mente cada vez que aparecen los espectros voladores, por poner un ejemplo.

Os dejo con un vídeo que he grabado con algo de gameplay de los primeros tramos de la aventura.

Conclusión

Lo mío con INESCAPABLE ha sido amor a primera vista. Soy fan absoluto de Flashback, Black Thorne, GODS, Another world y un largo etcétera. Si bien es cierto que peca de poca variedad, principalmente en lo visual, me ha atrapado de mala manera por su atmósfera, sus gráficos y por hacerme revivir viejas sensaciones amigueras. Pero dejándo de un lado la nostálgia, tenemos delante un gran juego que cuesta creer que está hecho por un sólo individuo y que cuenta por ello con todo mi respeto. 

Si os gusta el género, disfrutáis con el buen pixelart y queréis sorprenderos con un final inesperado, no dudéis. 

RECOMENDADO.

INESCAPABLE se vende DRM Free y es multiplataforma (Mac OS X, Windows, Linux).
También puedes apoyarlo en Greenlight.