Pixels Mil: Life of Pixel. A través de la historia del videojuego.

Como ya hiciera Evoland, recorrer las diferentes plataformas desde los ocho bits en adelante mientras juegas, suena a idea brillante y eso es justo lo que nos ofrece Life of Pixel. La diferencia es que pega en la patata de una forma todavía más contundente y la jugabilidad es terriblemente simple (que no su dificultad) si lo comparamos con el ejemplo mencionado.

No os pica la curiosidad? Abrid bien los ojos que hoy vamos con Life of Pixel.

Desde el ZX81 y Atari 2600 hasta Super Nintendo o Amiga. No es un simple lavado de tiles sino que cada plataforma cuida hasta el último detalle tanto visual, sonoro como jugable.

Vamos a verlo por dentro, después del salto.

Super Icon

Aunque de buenas a primeras os pueda no sonar el nombre la compañía, lo cierto es que han programado para múltiples plataformas una buena variedad de juegos siendo, en su mayoría, de corte más casual. Desde Juegos de Air Hockey o billar hasta uno tipo Arkanoid, de nombre Brick Break Blitz.

Pero hasta ahora nada ni remotamente parecido a Life of Pixel que supone un giro de 360 grados en su trayectoria y que a los más veteranos, viejunos amantes del píxel, seguro que les llamará poderosamente la atención.

La dura vida del píxel

Nuestro protagonista es un píxel de color verde que recorrerá múltiples sistemas hasta evolucionar a su máxima resolución. Para ello empezaremos desde los sistemas de 8 bits más arcaicos hasta las más modernas técnicas de los 16 bits.

Las fases de Spectrum son para derretirse de amor.

Los controles son muy sencillos y es que además de movernos, tendremos un botón para el salto y otro para realizar distintas acciones, normalmente en las fases de los 16 bits. Es importante destacar que aunque los controles estén tan simplificados, primero hay que dominar el doble salto. Si pulsamos el botón mientras nuestro héroe está ganando altura nos impulsaremos con fuerza pero si lo hacemos mientras empezamos a descender, solo conseguiremos un pequeño empujoncito, justo para poder llegar a esa plataforma que nos salvaría de caer en los afilados pinchos.

A medida que avanzamos, el botón acción empezará a cobrar importancia como en el primer nivel de Super Nintendo (claramente inspirado en Zelda) en el que deberemos cargar con una bomba con la que romperemos una pared de ladrillos.

Aunque no estarán todos los sistemas bloqueados desde el principio, podremos jugar en el sistema que queramos sin ningún orden en especial. El objetivo es recolectar todas las gemas de cada nivel para que se abra la puerta que nos lleva a la siguiente fase.

En cierto modo no puedo evitar pensar en Super Meat Boy aunque aquí no se llegan a esos enfermizos niveles de perfección ya que el objetivo es otro. Aún así, en más de una y de dos ocasiones nos pondremos de los nervios al atascarnos en un nivel.

Amor al detalle

En Life of Pixel pasaremos por un buen puñado de plataformas como Atari 2600, Amstrad CPC, Commodore 64, Nes, Megradrive.... y cada una de las fases se iniciará tras una pequeña clase histórica del profesor. Es un detalle fantástico para que todo aquel que desconozca alguno de los sistemas obtenga un poco de información útil antes de empezar.

Al empezar a jugar me quedé muy confundido mientras saltaba entre uno y otro sistema y es que la dificultad era muy dispar. A medida que avanzaba, me di cuenta de que hay algo maravilloso en Life of Pixel y es que adopta las mecánicas más clásicas de cada sistema. Hablamos de jugabilidades, de detalles de los juegos plataformeros de cada sistema en los que había una serie de características muy únicas dadas, la mayoría de veces, por las limitaciones del mismo.

Pero lo que salta a primera vista, lo que enamora nada más ejecutar el juego es el aspecto visual. Desde esos tiles monocromos de Spectrum, pasando por los fondos degradados tan Amigueros y acabando en los efectos de parallax, tan típicos de los 16 bits.

Game Boy!

Aunque en total se suman unos 100 niveles, se permiten el lujo de no repetirse y es que cada nivel tendrá un aspecto distinto con tiles nuevos que parodiarán juegos muy conocidos como por ejmplo a Turrican o James Pond II_Robocod en Amiga o Pitfall de Atari o Jet Set Willy cuyos homenajes andan bien escondidos en algunos niveles. Además cogeremos algunos vehículos como motos, monopatines, avionetas... Vamos, que no dejaremos de sorprendernos.

Y ya para acabar, tampoco se descuida el sonido. Cada sistema con su propio sabor chiptune haciendo hincapié en mi queridísimo sonido SID de Commodore 64 o esas melodías de tracker tan típicas de Amiga. Cada sonido, cada canción recordarán al sistema que estemos jugando en ese momento.

Cuidado extremo en cada detalle.

Conclusión

Nostálgia por vena.
Controles sencillos pero muy pulidos.
Un cuidado meticuloso con la recreación de los sistemas aunque usando algunas técnicas más actuales.
Varios sistemas desbloqueados desde el inicio.
Ranking online para competir en time attacks mundiales.
Muuuchos secretos, algunos muy chulos y con cantidad de referencias a juegos clásicos.

Diseño de niveles dispar. Niveles muy ocurrentes con otros que no acaban de convencer. No queda muy clara la progresión de dificultad.
La misma sencillez de la jugabilidad es probable que se antoje escasa para algunos jugadores más veteranos.
Solo 100 niveles? Queremos más!

Life of Pixel es un juego de planteamiento sencillo pero con una dificultad gratificante. Un reto para los que quieran descubrir todos los secretos pero en general asequible para cualquier jugador. Un juego que entra por los ojos y se queda clavado en el corazón mientras nos sonamos la nariz, haciendo esfuerzos por contener las lágrimas.

Para pasarlo bien, para recordar y para fijarse en como han evolucionado los juegos y sus técnicas, sus gráficos, su sonido y en como el píxel nos gustaba, nos gusta y nos seguirá gustando por muchos años que pasen. Un viaje inolvidable por la historia del videojuego.